Un cuervo aunque desplumado sigue siendo un cuervo y puede arrancarnos los ojos en la primera oportunidad que se le presente, esto está empezando a hacer el clan Zacarías, cuyos integrantes son conocidos por mantener un régimen de corrupción en la zona de Ciudad del Este.
El clan Zacarías vino elaborando un plan maquiavélico para buscar instalar sus influencias en el Poder Judicial, y al parecer lo consiguió ya en gran medida. El plan del clan mafioso es tener “el control político absoluto en Alto Paraná”. Y lo están consiguiendo, porque ya administran la Municipalidad y próximamente la Gobernación. Sin embargo hay algo más.
En el mismo sistema judicial el clan ya tiene a sus hombres de confianza: Eber Ovelar en el Consejo de la Magistratura y Óscar González Daher en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Definitivamente el clan corrupto de Zi metió la mano dentro de estas instituciones y es un buen escudo para que mantengan sus negocios de modo normal, ya que los mencionados son renombrados en los vicios muy practicados por el clan.
Un hecho muy llamativo y que merece la atención es que la esposa de Justo Zacarías, María Rocío Abed de Zacarías, encabece la lista de postulantes de jueces y fiscales que fueron entrevistados en el consejo. Esta clase de prácticas es antiética y se nota claramente que hay un interés por ubicar en puntos clave a personas afines de parte del clan Zi.
“La esposa del político forma parte de los 1.376 postulantes a distintos cargos que fueron convocados por los Edictos N° 03, 04, 05, 06, 07 y 08/2.012”.
Hay fuentes confiables que afirman que Abed de Zacarías aspira al cargo de la Fiscalía adjunta de Ciudad del Este, cargo que fue ocupado por Eber Ovelar, o el cargo de juez de garantías. La esposa de Justo Zacarías tiene algo a su favor, el mono que colocó Javier Zacarías en el Consejo. Y así las cosas van tomando cuerpo y sentido.
De seguir las cosas como están, el futuro del Alto Paraná estará nuevamente sumergido en la corrupción política y judicial con el clan Zi liderando todos los operativos.
El clan Zacarías vino elaborando un plan maquiavélico para buscar instalar sus influencias en el Poder Judicial, y al parecer lo consiguió ya en gran medida. El plan del clan mafioso es tener “el control político absoluto en Alto Paraná”. Y lo están consiguiendo, porque ya administran la Municipalidad y próximamente la Gobernación. Sin embargo hay algo más.
En el mismo sistema judicial el clan ya tiene a sus hombres de confianza: Eber Ovelar en el Consejo de la Magistratura y Óscar González Daher en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Definitivamente el clan corrupto de Zi metió la mano dentro de estas instituciones y es un buen escudo para que mantengan sus negocios de modo normal, ya que los mencionados son renombrados en los vicios muy practicados por el clan.
Un hecho muy llamativo y que merece la atención es que la esposa de Justo Zacarías, María Rocío Abed de Zacarías, encabece la lista de postulantes de jueces y fiscales que fueron entrevistados en el consejo. Esta clase de prácticas es antiética y se nota claramente que hay un interés por ubicar en puntos clave a personas afines de parte del clan Zi.
“La esposa del político forma parte de los 1.376 postulantes a distintos cargos que fueron convocados por los Edictos N° 03, 04, 05, 06, 07 y 08/2.012”.
Hay fuentes confiables que afirman que Abed de Zacarías aspira al cargo de la Fiscalía adjunta de Ciudad del Este, cargo que fue ocupado por Eber Ovelar, o el cargo de juez de garantías. La esposa de Justo Zacarías tiene algo a su favor, el mono que colocó Javier Zacarías en el Consejo. Y así las cosas van tomando cuerpo y sentido.
De seguir las cosas como están, el futuro del Alto Paraná estará nuevamente sumergido en la corrupción política y judicial con el clan Zi liderando todos los operativos.
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