José Rodríguez pertenece a una plataforma política denominada
Partido Patria Libre y consideró en repetidas ocasiones, que el Ejército del
Pueblo Paraguayo era su “brazo armado”. Esto se justifica porque el dirigente
carpero reivindica la posibilidad de la lucha armada, es decir, el uso de la
violencia y hasta atentados contra vidas inocentes.
Una clara muestra de la atrocidad a la que llegaron los integrantes de PPL fueron los varios secuestros, el más sonado fue el asesinato de Cecilia Cubas en cautiverio, cuyos restos mortales fueron encontrado en un foso.
Otro caso emblemático del cual fueron responsables los dirigentes del PPL (Juan Arrom y Anuncio Martí) fue el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi.
Este es el procedimiento adoptado por José Rodríguez y los integrantes del PPL, que no son otra cosa que la figura visible del EPP. Y justamente este embrión terrorista fue adoptado por Fernando Lugo durante su gobierno, quien recibía personalmente al líder carpero en su gabinete, haciéndose cómplice de los secuestros y asesinatos perpetrados por estas personas.
Y a esta persona, que protegió junto a Lugo a los asesinos de cientos de personas, ahora se unió incluso un representante religioso; quien siempre estuvo a favor de la política adoptada por el ex obispo degenerado, quien alimentó este grupo armado para sembrar terror entre la ciudadanía para mantenerse en el poder. Así lo hacen la mayoría de los país bolivarianos y adherentes al chavismo.
Una clara muestra de la atrocidad a la que llegaron los integrantes de PPL fueron los varios secuestros, el más sonado fue el asesinato de Cecilia Cubas en cautiverio, cuyos restos mortales fueron encontrado en un foso.
Otro caso emblemático del cual fueron responsables los dirigentes del PPL (Juan Arrom y Anuncio Martí) fue el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi.
Este es el procedimiento adoptado por José Rodríguez y los integrantes del PPL, que no son otra cosa que la figura visible del EPP. Y justamente este embrión terrorista fue adoptado por Fernando Lugo durante su gobierno, quien recibía personalmente al líder carpero en su gabinete, haciéndose cómplice de los secuestros y asesinatos perpetrados por estas personas.
Y a esta persona, que protegió junto a Lugo a los asesinos de cientos de personas, ahora se unió incluso un representante religioso; quien siempre estuvo a favor de la política adoptada por el ex obispo degenerado, quien alimentó este grupo armado para sembrar terror entre la ciudadanía para mantenerse en el poder. Así lo hacen la mayoría de los país bolivarianos y adherentes al chavismo.
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