lunes, 29 de octubre de 2012

Ferchu Style


El diccionario que utiliza Fernando Lugo no contiene importantes palabras como: “Dios”, “Patria” ni “Familia”.

Lugo trató de engañarle a Dios

Fernando Lugo pretendió una verdadera obra diabólica al intentar engañarle a Dios. En su época de obispo, utilizaba su misma catedral y las parroquias para predicar al pueblo humilde sobre lo que él llamaba “el paraíso en la tierra”; pero este paraíso era una mentira para el pueblo y para él se concretaba en otras cosas como lo veremos.

El “paraíso” para Lugo era la utilización de la Iglesia Católica para satisfacer sus instintos sexuales desordenados. Aprovechó del silencio de algunos amigos suyos de la cúpula episcopal que nunca tuvieron el coraje de denunciarlo, para tener comida gratis, viajes al exterior, y a las desesperadas doncellas y no tan doncellas que acudían a él.

Lugo no tiene Patria

Fernando Lugo sigue con afirmaciones como: “se interrumpió el proceso de cambio”, “nos sacaron del gobierno porque estábamos con los pobres”...entre otras expresiones que repite como un loro borracho, y que ni siquiera ya sus seguidores le cree del todo. Porque a la gente seria no le conviene seguir las mentiras de este hombre, porque sus actos demostraron que no le importa el pueblo ni los pobres, porque en vez de presentar proyectos a favor de estos estuvo recorriendo países extranjeros dándose el lujo de tener 4 años de vacaciones.

El delirio de Lugo y su irresponsabilidad llegó a su límite cuando afirmó de que podría ser otra vez candidato a presidente de la República pese a que está prohibida por la Constitución. Recordemos que Lugo se sometió al juicio político establecido en la misma Constitución hace un tiempo y ahora pretende violar la misma de un modo irresponsable. ¿Qué pretende? Seguir burlándose de la gente que aún confía en él.

Lugo no tiene familia

Viviana Carrillo (primera), Benigna Leguizamón (segunda), Hortensia Morán (tercera) y Narcisa (cuarta). Estas cuatro mujeres presentaron acciones judiciales reclamando la asunción de la paternidad de Lugo y provocaron un escándalo en todos sus sentidos. 

Así, gracias a Fernando Lugo, el Paraguay estuvo sobre el tapete internacional y no fue por un avance en la educación o en el sistema de salud pública sino por la irresponsabilidad en la vida privada del presidente.

Lugo no tiene familia, porque trajo a la vida a estos pobres inocentes y en el momento de darles nombre armó una verdadera trifulca.

Este personaje es sumamente peligroso a quien no hay que perderlo de vista, al menos mientras siga con vida, por la sencilla razón de que para él no cuenta: ni Dios, su patria ni mucho menos su familia, por ende no tiene nada que perder.


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