lunes, 26 de noviembre de 2012

Digamos “no” a lo mismo de siempre


El regreso del Partido Colorado de la llanura a la que fue enviada en el 2008 por una élite de supuestos “agentes del cambio”, que a propósito, terminaron en uno de los fracasos más brutales de la S.A. de la izquierda; o si se prefiere “secuaces de Lugo S.A.”, porque hasta los exponentes serios de la izquierda paraguaya terminaron abortando al ex presidente, pero no sin antes compartir la misma hiel que terminó por envenenar por completo este minoritario grupo que había sentido un “quis” de esperanza.

Después del catastrófico desenlace que barrió con lo que quedaba de Lugo, éste se dedicó a buscar consuelo en sus “amigos” bolivarianos y entre los filo-chavistas. De este modo comunicada al mundo su frustración y sus lamentos eran los azotes que recaían en el pueblo, que de a poco fue considerándolo como un personaje a quien se le secaron los sesos. Porque ninguna persona cuerda pudo haber actuado con tanta inmadurez como lo hizo el prehistórico ex presidente.

Ahora parece que están sacando otra vez la cabeza de entre las cenizas, organizan a sus pequeños núcleos y empiezan con Carrillo al frente sus reuniones secretas, con la finalidad de engañar a la gente humilde y sencilla con el discurso que repiten como vitrola: “han roto la democracia, son unos golpistas, cortaron el proceso de cambio”; y muchos otros lamentos que el ilustrado doctor ya está repitiendo como los principios de su plan de gobierno.

O sea, ¿cuál es el proyecto de los zurdos bajo la égida de Carrillo, el nuevo orador del fracaso? Un silencio sepulcral invade el ambiente, porque de nuevo están pretendiendo atraer a la gente con discursos populistas que no tienen pies ni cabeza.

La gente ya se despertó de aquel letargo luguista y no está dispuesta a quemarse por segunda vez. No estamos con el regreso inminente del Partido Colorado dando simplemente un continuismo a lo mismo de siempre, sino que se está perfilando verdaderamente algo nuevo y eso la gente está notando y por eso deposita nuevamente su confianza en el Partido.

Mientras, algunos adeptos a la izquierda, insisten en que todo es una prostitución política y que la ignorancia del pueblo permite la aceptación masiva al Partido Colorado. Pero, es de perversos afirmar que el pueblo da su apoyo a este Partido porque son un cúmulo de ignorantes. Es perversa la afirmación de los zurdos que se creen el ombligo del Paraguay, y cuando tuvieron la oportunidad de cambiar esta realidad, se deleitaron en viajes y placeres por el extranjero, dejando al pueblo y a sus instituciones al margen del caos. El pueblo quiere una nueva realidad, pero Carrillo y su séquito de luguistas sólo piensan en servir en bandeja de plata el Paraguay a los filo-chavistas.


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