El regreso del Partido Colorado de la llanura a la que fue enviada en el
2008 por una élite de supuestos “agentes del cambio”, que a propósito,
terminaron en uno de los fracasos más brutales de la S.A. de la izquierda; o si
se prefiere “secuaces de Lugo S.A.”, porque hasta los exponentes serios de la
izquierda paraguaya terminaron abortando al ex presidente, pero no sin antes
compartir la misma hiel que terminó por envenenar por completo este minoritario
grupo que había sentido un “quis” de esperanza.
Después del catastrófico desenlace que barrió con lo que quedaba de
Lugo, éste se dedicó a buscar consuelo en sus “amigos” bolivarianos y entre los
filo-chavistas. De este modo comunicada al mundo su frustración y sus lamentos
eran los azotes que recaían en el pueblo, que de a poco fue considerándolo como
un personaje a quien se le secaron los sesos. Porque ninguna persona cuerda
pudo haber actuado con tanta inmadurez como lo hizo el prehistórico ex
presidente.
Ahora parece que están sacando otra vez la cabeza de entre las cenizas,
organizan a sus pequeños núcleos y empiezan con Carrillo al frente sus
reuniones secretas, con la finalidad de engañar a la gente humilde y sencilla
con el discurso que repiten como vitrola: “han roto la democracia, son unos
golpistas, cortaron el proceso de cambio”; y muchos otros lamentos que el
ilustrado doctor ya está repitiendo como los principios de su plan de gobierno.
O sea, ¿cuál es el proyecto de los zurdos bajo la égida de Carrillo, el
nuevo orador del fracaso? Un silencio sepulcral invade el ambiente, porque de
nuevo están pretendiendo atraer a la gente con discursos populistas que no
tienen pies ni cabeza.
La gente ya se despertó de aquel letargo luguista y no está dispuesta a
quemarse por segunda vez. No estamos con el regreso inminente del Partido
Colorado dando simplemente un continuismo a lo mismo de siempre, sino que se
está perfilando verdaderamente algo nuevo y eso la gente está notando y por eso
deposita nuevamente su confianza en el Partido.
Mientras, algunos adeptos a la izquierda, insisten en que todo es una
prostitución política y que la ignorancia del pueblo permite la aceptación
masiva al Partido Colorado. Pero, es de perversos afirmar que el pueblo da su
apoyo a este Partido porque son un cúmulo de ignorantes. Es perversa la
afirmación de los zurdos que se creen el ombligo del Paraguay, y cuando
tuvieron la oportunidad de cambiar esta realidad, se deleitaron en viajes y
placeres por el extranjero, dejando al pueblo y a sus instituciones al margen
del caos. El pueblo quiere una nueva realidad, pero Carrillo y su séquito de
luguistas sólo piensan en servir en bandeja de plata el Paraguay a los
filo-chavistas.
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