Mientras los otros se dividen

Los últimos ajustes ya se notan en los candidatos que se postulan para las internas del Partido Colorado de este 9 de diciembre, de aquí saldrán los representantes del partido, quienes competirán con los otros partidos en las elecciones generales de abril del 2013. Pero llama mucho la atención de que el PLRA empiece desde ahora una dura campaña de agravios hacia la ANR, siendo que ni siquiera se definió en este los futuros competidores por los cargos gubernamentales.

Una campaña limpia y sin agravios solamente lo hemos encontrado en las carpas de Honor Colorado hasta ahora, por eso, no es de extrañar tanto que los liberales estén recurriendo a las viejas usanzas, porque todavía no se enteraron de que hubo una evolución cultural y que mucha gente aprecia el nuevo modo de presentar la política, que es más bien un servicio al pueblo.

La unidad también es un factor importante y muy digno de rescatar, porque el único movimiento que mantiene hasta ahora ésta es Honor Colorado, mientras que ya hemos testificado las divisiones y rupturas en el movimiento Frente Para la Victoria. Al inicio luego el presidenciable por este movimiento perdió a su candidato a vice, luego muchos otros importantes personajes del sector político se alejaron, los motivos fueron de conocimiento público.

Como ciudadanos debemos analizar la campaña política que hicieron nuestros candidatos, para ver quiénes realmente se comprometen con la gente con propuestas concretas y quiénes se dedicaron a los agravios y acusaciones infructuosas. Estos últimos no pueden tener nuestro voto de confianza, porque no presentaron nada serio ni propio, sin embargo hicieron un grave daño a la ciudadanía que a tientas está caminando hacia grados de civilización mayores.

Merece nuestro apoyo aquel candidato que no se metió a gritar contra la casa ajena, que se preocupó por crear vínculos con la gente y establecer un compromiso con ellos; porque aquel que gritó a los cuatro vientos venenosos discursos contra los otros candidatos, hizo así porque no tiene nada que presentar al pueblo y cree que este pueblo sigue siendo un burro alado. Se terminó ese tiempo, el tiempo en que con sacar trapos sucios de los otros uno se llevaba agua al propio molino; ahora, se gana la confianza de la gente el candidato que se compromete y escucha al pueblo.