Estamos pasando por un periodo de fuertes manifestaciones políticas y los protagonistas están mostrando todo el potencial que tienen, por un lado algunos intentan revertir las cosas a su favor intentando convencer al pueblo a fuerza de discursos; y por otro lado, pocos discursos y los proferidos no son siempre populistas, tanto que algunos hasta parecen ir contra corriente. Sin embargo existen dos realidades totalmente nuevas que aparecen en Honor Colorado: la planificación y las obras.
Y algo más novedoso todavía, porque los discursos también pueden pintar un cuadro de grandes proyectos estrictamente planificados, entonces no habría diferencia entre ambos grupos (HC y FPV); pero existe una gran diferencia que marca totalmente la pauta por la aceptación que encuentra dentro del pueblo paraguayo: en HC las obras son los discursos y estas obras fueron concebidas siguiendo un proyecto bien elaborado.
En cambio, el líder del Frente sigue todavía trabajando de dos modos: en base a un utópico proyecto de energía costo cero y un sistemático y abierto intento de desacreditar al movimiento Honor Colorado. Estamos en la recta final y este el momento decisivo, por eso, cualquier candidato que intente ganarse votos con agravios solamente demuestra su impotencia ante quien será su adversario en las elecciones del 9 de diciembre próximo.
El pueblo paraguayo quiere un cambio de estructura, un nuevo rumbo que tenga su sólida base en una seria planificación o política de Estado y el desarrollo de obras concretas. Porque ya nadie puede seguir mintiéndole a este pueblo, pues varios años ya de miseria y postración lo está volviendo cada vez más reacio a cualquier propuesta política, por eso, ahora este mismo pueblo es más exigente y opta por los que hacen las cosas, y no por los demagogos que intentan ganar confianza a fuerza de palabras.
Y algo más novedoso todavía, porque los discursos también pueden pintar un cuadro de grandes proyectos estrictamente planificados, entonces no habría diferencia entre ambos grupos (HC y FPV); pero existe una gran diferencia que marca totalmente la pauta por la aceptación que encuentra dentro del pueblo paraguayo: en HC las obras son los discursos y estas obras fueron concebidas siguiendo un proyecto bien elaborado.
En cambio, el líder del Frente sigue todavía trabajando de dos modos: en base a un utópico proyecto de energía costo cero y un sistemático y abierto intento de desacreditar al movimiento Honor Colorado. Estamos en la recta final y este el momento decisivo, por eso, cualquier candidato que intente ganarse votos con agravios solamente demuestra su impotencia ante quien será su adversario en las elecciones del 9 de diciembre próximo.
El pueblo paraguayo quiere un cambio de estructura, un nuevo rumbo que tenga su sólida base en una seria planificación o política de Estado y el desarrollo de obras concretas. Porque ya nadie puede seguir mintiéndole a este pueblo, pues varios años ya de miseria y postración lo está volviendo cada vez más reacio a cualquier propuesta política, por eso, ahora este mismo pueblo es más exigente y opta por los que hacen las cosas, y no por los demagogos que intentan ganar confianza a fuerza de palabras.
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