Estamos experimentando un nuevo modo de hacer política y que atrae a la
gran mayoría de las personas, por la seriedad y la responsabilidad que están
demostrando los candidatos que se postulan por Honor Colorado. Este cambio era
necesario, porque la gente no debe ser más engañada con griteríos y agravios
públicos, técnicas a las que acuden unos pocos hasta ahora, pero las exigencias
de las personas crecieron y amplios sectores se están adhiriendo a las
propuestas sin agravios que presenta Honor Colorado.
El compromiso directo e inmediato que se crea con la gente también es
una innovación digna de mención, porque muchos grupos, como por ejemplo los
luguistas que acudieron a los discursos populistas para alcanzar votos y
después se lavaron las manos. Honor Colorado está ganando la aceptación de
mucha gente porque justamente lucha contra las viejas prácticas políticas, que
han venido embaucando y por ende, condenando a la miseria a los paraguayos.
Vemos por ejemplo que el modo de presentación de Horacio Cartes rompe
totalmente con las viejas estructura, porque no pretende el populismo falso,
sino actuar con sinceridad aunque esto le genere ciertos rechazos. Cuando
establece el compromiso de tomar medidas traumáticas para terminar con el
tráfico de influencias políticas para conseguir puestos de trabajo en el Estado
y dejar de que el Estado sea el gran patrón de la República.
Las grandes corrupciones que están matando al pueblo humilde no tienen
origen en los pequeños núcleos sociales, sino en las inconductas de los
representantes de primer orden. Por eso, el futuro presidente es consciente de
su rol de primer ciudadano y como tal demostrará el ejemplo a seguir para que
se solucionen los problemas en sus mismos orígenes.
Se está instaurando una clase política civilizada con Honor Colorado y a
esto se suma cada día más gente, porque todos pretenden cambiar verdaderamente
el país y conseguir una mayor dignificación de los paraguayos y paraguayas.
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