Resulta
hasta irrisorio ver el triste espectáculo que están ofreciendo los
confabulados liberales, que hasta hace poco se gritaron toda clase de
improperios; sin embargo, en el momento de mentirle al pueblo, todos se
encuentran tomados de las manos.
La
senadora Zulma Gómez había dicho en una ocasión: “Efraín Alegre es un
haragán, hasta ahora no hizo nada en el MOPC”. Un poco después
declaraba: “Efraín no hizo nada en el senado, pero hizo mucho en el
MOPC”. Y la investigación promovida en contra de Alegre por la
desaparición de US$ 25 millones demuestra qué hizo realmente el ex
ministro de la mencionada institución.
Y
esta misma senadora “traficante de influencias” fue defendida por
Efraín Alegre días atrás cuando se destapó la olla de Itaipú, ocasión en
que los parlamentarios liberales votaron por no interpelar al director
de la institución para que todo se mantenga en la más absoluta
impunidad. http://bit.ly/WTMPlH
Ahora
bien, resulta totalmente incoherente y falso el discurso de Efraín
Alegre que quiere convencernos de que él va terminar con estos casos de
corrupción, cuando el mismo está apoyando acciones de esta especie. El
PLRA no es otra cosa que un rejuntado de adversarios eternos que
priorizan sus apetencias. Este oscuro túnel sólo lleva al nido de los
zoquetes y las prebendas. No hay compromiso, ni principios, ni
objetivos, ni les interesan las necesidades del pueblo, más allá de
capturar cargos y cupos de poder (o directamente, negocios).
Los
grandes y pequeños caudillos liberales ya no tienen rumbo fijo, cada
uno establece sus propios medios y objetivos, pero todos están guiados
por un mismo interés: “zoquete”. Una feroz trifulca se arma en carpas
liberales para decidir quién se lleva la mayor parte de la torta.
“El
gobierno liberal con sus reformas ambiguas no ha provocado el despegue
económico que la población pide y necesita. El candidato liberal con su
dilema se siente atrapado en un laberinto. Si pisa a fondo el acelerador
de los cambios, el coche se descarrila. Con parches tibios, el país
seguirá atrapado en el burocratismo, la corrupción, el prebendarismo e
ineficiencia.
El
discurso incongruente, de este gobierno, y de su candidato Alegre,
hablando de cambiar de mentalidad, y siguiendo este modelo de gestión
corrupta, prebendaría y clientelistas, es papel mojado. Letra muerta. En
la práctica, poco o nada se hace para cambiar el estado de cosas.
Algunos alegan que es una manera de comprar tiempo, oxígeno político y
propaganda para crear una imagen reformista, de cara a las elecciones
del 21 de abril del corriente año.
Tras
esa ambigüedad, se esconde la esencia del Gobierno administrado por los
Liberales. Es imposible prosperar y crecer económicamente en una nación
con un Modelo país de corrupción, prebendarismo y clientelismo.
Necesitamos darle un Nuevo Rumbo al Paraguay”. (el colo’o).
demasiado grande ya es mi pilin no kere shupa
ResponderEliminar