miércoles, 20 de marzo de 2013

Una traficante de influencias y un haragán ladrón

Resulta hasta irrisorio ver el triste espectáculo que están ofreciendo los confabulados liberales, que hasta hace poco se gritaron toda clase de improperios; sin embargo, en el momento de mentirle al pueblo, todos se encuentran tomados de las manos.

La senadora Zulma Gómez había dicho en una ocasión: “Efraín Alegre es un haragán, hasta ahora no hizo nada en el MOPC”. Un poco después declaraba: “Efraín no hizo nada en el senado, pero hizo mucho en el MOPC”. Y la investigación promovida en contra de Alegre por la desaparición de US$ 25 millones demuestra qué hizo realmente el ex ministro de la mencionada institución.

Y esta misma senadora “traficante de influencias” fue defendida por Efraín Alegre días atrás cuando se destapó la olla de Itaipú, ocasión en que los parlamentarios liberales votaron por no interpelar al director de la institución para que todo se mantenga en la más absoluta impunidad. http://bit.ly/WTMPlH

Ahora bien, resulta totalmente incoherente y falso el discurso de Efraín Alegre que quiere convencernos de que él va terminar con estos casos de corrupción, cuando el mismo está apoyando acciones de esta especie. El PLRA no es otra cosa que un rejuntado de adversarios eternos que priorizan sus apetencias. Este oscuro túnel sólo lleva al nido de los zoquetes y las prebendas.  No hay compromiso, ni principios, ni objetivos, ni les interesan las necesidades del pueblo, más allá de capturar cargos y cupos de poder (o directamente, negocios).

Los grandes y pequeños caudillos liberales ya no tienen rumbo fijo, cada uno establece sus propios medios y objetivos, pero todos están guiados por un mismo interés: “zoquete”. Una feroz trifulca se arma en carpas liberales para decidir quién se lleva la mayor parte de la torta.

“El gobierno liberal con sus reformas ambiguas no ha provocado el despegue económico que la población pide y necesita. El candidato liberal con su dilema se siente atrapado en un laberinto. Si pisa a fondo el acelerador de los cambios, el coche se descarrila. Con parches tibios, el país seguirá atrapado en el burocratismo, la corrupción, el prebendarismo e ineficiencia.

El discurso incongruente, de este gobierno, y de su candidato Alegre, hablando de cambiar de mentalidad, y siguiendo este modelo de gestión corrupta, prebendaría y clientelistas, es papel mojado. Letra muerta. En la práctica, poco o nada se hace para cambiar el estado de cosas. Algunos alegan que es una manera de comprar tiempo, oxígeno político y propaganda para crear una imagen reformista, de cara a las elecciones del 21 de abril del corriente año.

Tras esa ambigüedad, se esconde la esencia del Gobierno administrado por los Liberales. Es imposible prosperar y crecer económicamente en una nación con un Modelo país de corrupción, prebendarismo y clientelismo. Necesitamos darle un Nuevo Rumbo al Paraguay”. (el colo’o).

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